Entrevistamos al Dr. Ángel M.ª Alonso Gómez, jefe de sección de cardiología no invasiva del HUA sobre las claves de este ensayo multicéntrico en el que participa el Nodo HUA en Araba/Álava. Nace bajo la hipótesis de que una pérdida de peso con dieta mediterránea hipocalórica y promoción de la actividad física es útil en la prevención cardiovascular y sus resultados no serán públicos hasta 2022. La entrevista completa está disponible en el último número de la Revista ICOMA. –
«Tenemos que demostrar que dieta mediterránea, actividad física e intervención conductual reducen la aparición de los eventos mayores cardiovasculares»
Predimed-plus ss la segunda parte del estudio más importante sobre nutrición llevado a cabo en los últimos tiempo, Predimed, en el que Álava también estuvo implicada, y que consiguió modificar las guías de práctica clínica, al concluir que la dieta mediterránea enriquecida con aceite de oliva y frutos secos reduce de forma significativa el riesgo de aparición de eventos mayores cardiovasculares, como infarto agudo de miocardio, accidente cerebral vascular y muerte por causa cardiovascular, así como otros beneficios.
Conocemos más detalles de la mano de su investigador principal, Dr. Alonso, especialista en cardiología, doctor en medicina y profesor asociado de la facultad de medicina de UPV/EHU en la Unidad Docente de Vitoria-Gasteiz
Predimed nace en 2003 con más de 7.000 individuos sin enfermedad cardiovascular pero con factores de riesgos, con un objetivo muy claro
La hipótesis del estudio era que la dieta mediterránea, enriquecida con aceite de oliva y frutos secos, disminuyera la probabilidad de aparición de eventos cardíacos, frente a la dieta que hasta ese momento recomendaba la comunidad médica, que era la pobre en grasas. Álava entró en este estudio gracias a la motivación y el compromiso con la investigación clínica del Dr. Fernando Arós Borau, anterior jefe del servicio de Cardiología de Txagorritxu, actualmente jubilado, al que le propusieron participar en el estudio y el creyó firmemente que esa hipótesis era verosímil.
Un estudio que se alarga durante años y en el que participaron 416 pacientes alaveses.
Fue muy importante el papel que tuvieron los médicos de Atención Primaria y Osakidetza a la hora de reclutar a los participantes en este estudio. Gracias al sistema informático se consiguió identificar a los pacientes que daban el perfil para ser reclutados y contactar con ellos para invitarles a participar en este estudio. Estos pacientes se aleatorizaron en tres grupos: el grupo control al que se le daba la recomendación médica reinante en ese momento que consistía en una dieta pobre en grasas y el de intervención formado por dos grupos: dieta mediterránea enriquecida con frutos secos y dieta mediterránea enriquecida con aceite de oliva virgen extra; productos que se les facilitaba de manera gratuita por participar en el estudio. Un factor importante este de la gratuidad porque son productos de elevado precio.
Y en 2013 se dan a conocer los resultados.
Tras una media de 4-5 años de seguimiento a los pacientes, se pudo confirmar la hipótesis inicial: la dieta mediterránea enriquecida con aceite de oliva y frutos secos reduce del 28 al 31% el riesgo de aparición de eventos mayores, como son infarto agudo de miocardio, accidente cerebral vascular y muerte por causa cardiovascular. Pero también demostró otras cosas, como que esta dieta disminuye la aparición de diabetes, reduce la presión arterial, reduce la glucosa, el colesterol y los triglicéridos. Esto ha tenido una repercusión muy importante en la literatura científica.
¿Este estudio multicentro español consiguió cambiar los criterios internacionales?
Sus resultados hicieron cambiar las guías de práctica clínica. Predimed es el estudio que ha establecido de forma inequívoca científica que hay que recomendarlo como prevención en los pacientes que tienen factores de riesgo porque va a disminuir de forma estadísticamente significativa la probabilidad de presentar eventos cardiacos mayores. Tanto la sociedad europea de cardiología como las principales sociedades científicas americanas del corazón han implementado esta recomendación en sus Guías de Practica Clinica. Esto es así ya que la evidencia científica está avalada por más de un centenar de trabajos publicados en revistas científicas del primer cuartil.
¿El ciudadano percibe el impacto de este estudio?
Predimed es el estudio más importante de nutrición con gran trascendencia ya que ha sido capaz de modificar las guías de práctica clínica. Hace quince años ibas al médico y te decía que había que tomar dieta pobre en grasas. Ahora te indica la dieta mediterránea: se recomienda aumentar el consumo de verduras, frutas frescas, pescado, frutos secos y ácidos grasos no saturados (aceite de oliva), se aconseja el bajo consumo de carne roja y el consumo de productos lácteos bajos en grasa.
En esto momentos, Álava también está implicada en la segunda parte de este estudio: Predimed plus. ¿Qué objetivos se marca?
En 2014 se diseña el estudio Predimed plus bajo la hipótesis de que una pérdida de peso con dieta mediterránea hipocalórica y promoción de la actividad física es útil en la prevención cardiovascular. Esto es, dieta mediterránea, actividad física e intervención conductual. En Álava entre 2014 y 2015 reclutamos 274 pacientes. En estos momentos estamos en la mitad del estudio, hasta 2022 no conoceremos los resultados. Tenemos que demostrar que se reducen la aparición de los eventos mayores, como son infarto agudo de miocardio, accidente cerebral vascular y muerte por causa cardiovascular.
¿Cuál es el perfil del paciente implicado en este estudio?
Es un paciente con sobrepeso y/o obesidad que tienen al menos tres factores de riesgo cardiovascular: hipertenso, diabetes tipo 2, colesterol elevado… Los investigadores del estudio entendemos que el beneficio de esta estrategia no depende únicamente de reducir peso al disminuir la ingesta de calorías, sino que tiene más que ver en el efecto global de lo que se ha llamado el «patrón de dieta mediterránea» que implica muchos factores. La población mediterránea vivimos más que los nórdicos y tenemos menos número de eventos cardiovasculares aunque tengamos la misma cifra de colesterol y pensamos que ese patrón de comportamiento -que incluye no solo el tipo de dieta sino la forma de hacerla (comidas en familia), la realización de ejercicio físico, la utilización de verduras y frutas de temporada- es responsable del beneficio y nuestro reto ahora es demostrarlo de forma científica. Los pacientes del estudio están muy controlados, tienen consulta mensual con el nutricionista, están controlados por la enfermera, acuden a charlas sobre la importancia del ejercicio físico,… Además aquí, en el nodo de Álava, añadimos otras pruebas extra a estos pacientes, como un ecocardiograma Doppler y una ergoespirometría. Esto ya nos ha permitido publicar este año un trabajo científico en una revista internacional de impacto.
Aunque el estudio está aún en el ecuador, ¿qué resultados están observando?
El estudio va bien. Se recogen los eventos clínicos mayores y también eventos clínicos menores como el desarrollo de diabetes, la aparición de cáncer, de fibrilación auricular o la necesidad de cirugía de cataratas. Vemos que la actividad física aumentó con respecto al principio pero en el tercer y cuarto año se estabiliza. Los pacientes van perdiendo peso, pero cuesta muchísimo. Es fundamental motivar a los pacientes y a los profesionales, porque una oportunidad como esta es muy difícil que se repita y detrás de todo hay un esfuerzo económico muy importante y si resulta que entre todos no somos capaces de que los pacientes pierdan el peso estimado, sigan estrictamente la dieta, etc. el esfuerzo puede ser baldío.
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2019-08-27