El Papa Francisco recibe en audiencia a los médicos latino-iberoamericanos

«Los médicos no pueden ceder a la tentación, movidos por falsa compasión o meros criterios de eficiencia y ahorro económico». De esta forma se dirigió el Pontífice al colectivo representado por el Consejo General de Colegios de Médicos (CGCOM), el Foro de la Profesión Médica (FPME) y la Confederación Latino-iberoamericana de Organizaciones Médicas (CONFEMEL). Presente en esa delegación médico estuvo el presidente del ICOMA, Kepa Urigoitia. –

Una buena parte del discurso del Papa giró en torno al concepto de «compasión», al que considera como «el alma misma de la medicina». Como argumentó, «la identidad y compromiso del médico no sólo se apoya en su ciencia y competencia técnica, sino, principalmente, «en su actitud compasiva y misericordiosa hacia los que sufren en el cuerpo y en el espíritu».

No obstante, advirtió a quienes se escudan «en una supuesta compasión para justificar y aprobar la muerte de un enfermo», al hilo de ello, recordó que la verdadera compasión «no margina a nadie, ni le humilla, ni le excluye, ni mucho menos considera como algo bueno su desaparición». Eso significaría, a su juicio, «el triunfo del egoismo». Es por ello, que expresó su gusto por «bendecir las manos de los médicos como signo de reconocimiento a esa compasión que se hace caricia de salud».

En otro momento de su intervención el Papa Francisco recordó la dura prueba que para todos supone «la fragilidad, el dolor y la enfermedad». En el caso de los médicos, «es una llamada a la paciencia, al padecer-con».

De ahí su insistencia en que los profesionales «no pueden ceder a la tentación funcionalista de aplicar soluciones rápidas y drásticas, movidos por una falsa compasión o por meros criterios de eficiencia y ahorro económico». Y es que, como señaló, está en juego «la dignidad de la vida humana, pero también la dignidad de la vocación médica».

Concluyó su discurso, expresando su reconocimiento al esfuerzo que realizan los médicos para dignificar cada dia más su profesión y para acompañar, cuidar y valorizar «el inmenso don que significan las personas que sufren a causa de la enfermedad».

Entrega de la Carta de Identidad y Principios de la Profesión

El Dr. Juan José Rodríguez Sendín, en nombre del Consejo General de Colegios de Médicos de España (CGCOM), del Foro de la Profesión Médica Española (FPME) y de la Confederación Latino-iberoamericana de Organizaciones Médicas (CONFEMEL), hizo entrega al Papa de la «Carta de Identidad y Principios de la Profesión Médica Latino-Iberoamericana«, aprobada recientemente por las 43 organizaciones médicas, pertenecientes a 21 países, integradas en la Confederación Médica Latino-Iberoamericana.

En el documento, las Instituciones Médicas Latino-Iberoamericanas muestran su compromiso incondicional de «atender, sin discriminación de ninguna naturaleza, a las necesidades de salud de los pacientes en todos sus determinantes biológicos, psicológicos, espirituales y sociales, con los valores de la mejor ética médica, el humanismo asistencial y las competencias profesionales más apropiadas».

En el discurso pronunciado ante el Pontífice, Rodríguez Sendín mostró su firme repulsa a las profundas injusticias del mundo y de la sociedad actual y remarcó los efectos de la pobreza sobre la salud y otras situaciones derivadas de la misma como el hambre, sed, insalubridad, explotación laboral, «que incrementan el sufrimiento y pueden, incluso, conducir a la muerte». Así, denunció la situación de los refugiados que calificó como «atentado a los derechos humanos», se refirió, además, a la dolorosa realidad del tráfico de seres humanos y de órganos y lamentó que en estos actos delictivos intervengan también personas con título de médicos.

En su alocución hizo mención, además, a otros temas como la violencia de género, la ética médica, el respeto al medio ambiente, la desnutrición, el acceso a medicamentos y vacunas.

La agenda de los representantes de las organizaciones médicas se completó con una visita al Hospital Fatebenefratelli, en la isla Tiberina, un centro a cargo de la Orden de San Juan de Dios que dirige el español Fray Nemesio Vargas Vachuca. Tras esta visita, la delegación de los médicos españoles fue recibida por el embajador de España ante la Santa Sede, D. Eduardo Gutierrez Sáenz de Buruaga, en la sede de la cancillería en Roma.

2016-06-14

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