Fallece a los 107 años el médico más longevo de España, el colegiado alavés José Ramón Díaz de Durana

Con sus 107 años, era el médico de mayor edad a nivel nacional, la séptima persona más longeva de España y el más anciano de Euskadi. El Dr. José Ramón Díaz de Durana era colegiado en Álava desde hace 83 años y ejerció como médico de la localidad alavesa de Artziniega durante más de 40 años, desde 1934 hasta su jubilación, en 1977. El Colegio de Médicos de Álava le rindió un especial homenaje en 2009 como «médico centenario» al cumplir 100 años de edad y 75 de colegiación. –

El Dr. José Ramón Díaz de Durana falleció ayer con 107 años siendo el médico de mayor edad a nivel nacional, la séptima persona más longeva de España y el más anciano de Euskadi. Colegiado en Álava desde hace 83 años, ejerció como médico de la localidad alavesa de Artziniega durante más de 40 años, desde 1934 hasta su jubilación, en 1977.

El Colegio de Médicos de Álava lamenta su fallecimiento y traslada sus condolencias a la familia, que hoy despide al Dr. Díaz de Durana en un funeral que tendrá lugar en Artziniega.

En 2009, al cumplir los cien años de edad, el Colegio de Médicos de Álava le rindió su homenaje particular, reconociendo su figura como «médico centenario», con 75 años de colegiación en la provincia.

Siete años después, recuperamos sus palabras en una entrevista concedida a la Revista ICOMA,en el número 7 publicada en abril de 2010, que reproducimos a continuación:

Dr. José Ramón Diaz de Durana: «Antes todo era distinto; mi casa estaba abierta a todas horas»

El 28 de Diciembre de 2009, cumplía 100 años de edad. Llegó a Artziniega en 1934, donde ejerció como médico hasta su jubilación, en 1977, tras 43 años de ejercicio. ICOMA le rindió un particular homenaje como colegiado centenario, tras 75 años de colegiación.

¿Qué recuerdos guarda de todos aquellos años como médico?
El ejercicio de la profesión en el pueblo, era muy distinto a como es hoy, éramos una gran familia, mi casa estaba abierta a todas horas. Se disponía de muchísimos menos medios. No teníamos antibióticos, ni sulfamidas. Contaba más la clínica.
Los medios utilizados eran sobre todo terapéuticos, hasta que llegaron las sulfamidas y posteriormente la penicilina. Había que hacer medicina de todas las disciplinas. No había Seguridad Social. Yo llegue a realizar cientos de partos.
43 años de profesión darán para muchas anécdotas.
Tendría muchas para contar, pero tratándose de vidas recuerdo particularmente un parto gemelar en la que una de las niñas no respiraba ni lloraba, hice las maniobras pertinentes durante varios minutos y el padre de la criatura me decía desconsolado: ¡déjela ya! Pero yo seguí y conseguí que respirase. En la actualidad viven y eso me causó y me sigue causando gran alegría. Tuve otro caso, en el que a una chica que la dieron por muerta de difteria, con una navaja de afeitar le hice la traqueotomía y hoy sigue viviendo.
¿Cómo ha discurrido su vida desde entonces hasta ahora?
Con mi familia, disfrutando los años de mi jubilación, entre Artziniega y Bilbao, mis paseos diarios y mi juego de mus cuando estoy en Artziniega.
Cumplidos los cien años, ¿cuál es su receta para llegar a esa edad?
De salud estoy muy bien, quitando las piernas que me flojean algo. Mi receta está en ser parco en comer, tomar ensaladas, verduras y mucha fruta, beber poco, no fumar y hacer ejercicio.
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